Perfume que persiste después de la ausencia.
Perfume que hace morada en el vacío.
Tan sutil como ese aroma que también terminará por desaparecer, es la poesía en este libro.
La palabra al borde de lo que se pierde ("a quién le hablo cuando escribo que desierto es la palabra...").
La palabra desolada ("una voz que ya no puedo alcanzar") teme la misma muerte de quien se va.
Sin embargo, cantando al fracaso de asimilarlo, aparece apenas, lo vemos, yéndose, sí, pero aún así lo vemos.
Despedida, dolor, poesía en combate. Este libro es belleza en cada una de sus páginas.
Ilustración de estampa: Luján Ochoa
21 x 14 cm
84 pp
2024
cuando huesos de caballos en sus ojos velan
apagándose: ese padre que respira ahogo para no
llorarse ofrece una mano que tiembla (corregir el
frío la impaciencia la rama en la frazada ausenta el
cuerpo) me llevaré esa mano ese padre a contrapelo
para que derrame en lo espeso de su cuerpo la
continuación de mi escritura: una voz que ya no
puedo avanzar
Perfume que persiste después de la ausencia.
Perfume que hace morada en el vacío.
Tan sutil como ese aroma que también terminará por desaparecer, es la poesía en este libro.
La palabra al borde de lo que se pierde ("a quién le hablo cuando escribo que desierto es la palabra...").
La palabra desolada ("una voz que ya no puedo alcanzar") teme la misma muerte de quien se va.
Sin embargo, cantando al fracaso de asimilarlo, aparece apenas, lo vemos, yéndose, sí, pero aún así lo vemos.
Despedida, dolor, poesía en combate. Este libro es belleza en cada una de sus páginas.
Ilustración de estampa: Luján Ochoa
21 x 14 cm
84 pp
2024
cuando huesos de caballos en sus ojos velan
apagándose: ese padre que respira ahogo para no
llorarse ofrece una mano que tiembla (corregir el
frío la impaciencia la rama en la frazada ausenta el
cuerpo) me llevaré esa mano ese padre a contrapelo
para que derrame en lo espeso de su cuerpo la
continuación de mi escritura: una voz que ya no
puedo avanzar